jueves, 12 de febrero de 2009

Boleta unica: Una solucion inobjetable.

Las reticencias presentadas por parte del oficialismo ante la propuesta de boleta única se pueden resumir en que la suponen inaplicable por la extensión que debería tener al incluir todos los candidatos y, paradójicamente, en la falta de transparencia que implicaría que no todos los candidatos figuren en las mismas.
Resulta arduo creer en la posibilidad que ambos cuestionamientos provengan de una genuina preocupación por la salud de la República o de una inimputable ignorancia.
En primer lugar, el argumento de la supuesta impracticabilidad por el tamaño excesivo que tendría la papeleta enunciado por Aníbal Fernández queda desmentido con el simple hecho de ser practicada por casi toda América Latina (a excepción de Argentina y Uruguay) además de países altamente desarrollados como Estados Unidos. Queda a criterio del lector qué es peor: que un Ministro del Interior y Justicia de la Nación posea tal nivel de desconocimiento o que lo finja para manipular a la opinión pública.
Respecto de su recién emergida preocupación por garantizar el derecho de la ciudadanía a la información, podría haberla resuelto con sólo leer los proyectos presentados que establecen que las listas completas de candidatos con sus respectivos suplentes serán publicadas en afiches de exhibición obligatoria en los mismos centros de votación. Más aún, en el proyecto que aguarda tratamiento en el Senado bonaerense, la obligatoriedad exigida en el artículo 6 establece que “…La Junta Electoral dará a conocer de manera inmediata las listas completas oficializadas las cuales se difundirán a través de las páginas oficiales de Internet, la publicación en medios de comunicación, la exposición en lugar visible en oficinas públicas y en los cuartos oscuros durante el acto eleccionario.
Asimismo, hará público a través de las páginas oficiales de Internet, el modelo uniforme de datos personales de cada uno de los candidatos que las integren. El mismo deberá contener de manera fehaciente y completa: sus datos de filiación, último domicilio electoral, estudios realizados, trayectoria laboral, antecedentes penales, situación patrimonial, judicial e impositiva y los datos básicos del proceso eleccionario interno del cual emergió”. Esta obligación debe ser cumplida desde el primer candidato de la lista hasta el último suplente. Cabe mencionar, asimismo, que se ha buscado preservar también el derecho de los ciudadanos no videntes quienes contarán con una plantilla en Braille para ejercer su derecho a elegir sin interferencias.
Los argumentos hasta aquí esgrimidos por el oficialismo han evidenciado su oportunismo y falta de sustento. Lo impracticable se practica desde hace años por toda clase de países y las modificaciones propuestas no sólo no obstruyen el conocimiento de los candidatos sino que lo transparenta de manera ostensible, todo ello con un recorte del 97% del costo previo en boletas electorales.
El nudo de la cuestión que el gobierno se resiste a despejar se reduce a que la boleta única neutraliza las argucias delictivas más aplicadas durante la última elección: el robo de boletas y el voto cadena.
Urge elevar el nivel de discusión aún para disentir o perfeccionar la mencionada propuesta pues todo aquello que se relacione con el proceso fundacional de la democracia pesa de manera trascendente en la posibilidad de recuperación de nuestra vapuleada república.

martes, 10 de febrero de 2009

El pasado turno electoral se caracterizó por evidenciar un largo listado de argucias fraudulentas que ensombreció la legitimidad del acto fundacional de la democracia y llegó a ser perceptible aún para el menos comprometido de los ciudadanos.
Sin embargo, tanto la exposición de lo sucedido como la presentación de alternativas concretas que ayuden a prevenir estos hechos suelen perderse en la nebulosa de reacciones resignadas o escépticas de quienes buscan así refugio de la recurrente frustración a los que los ha sometido nuestra historia política. Pero ambas actitudes no son sólo funcionales sino indispensables para evitar que se implementen medidas que puedan vencer estos manejos y den aliento a procesos superadores de tales bajezas.
La boleta única es uno de los caminos posibles. Consiste en una papeleta en la cual constan los nombres y fotos de quienes encabezan las listas por cada nivel electoral y al lado de cuya opción elegida se escribe una x. Esto garantiza poder elegir entre todos los candidatos, aún cuando los partidos carezcan de fiscales suficientes, tornando inútil el robo de boletas en los cuartos oscuros (que constituyó el 83% de las denuncias recibidas en 2007 por Poder Ciudadano) y evitando los efectos negativos de la sábana horizontal que se da cuando el sufragio queda reducido a apoyar o no a un candidato, que arrastra con él a quienes se postulan en otras categorías.
Asimismo, para preservar el conocimiento ciudadano de todos y cada uno de los integrantes de las listas, se incluyó la exigencia de presentación y difusión de un modelo uniforme de curriculum vitae que deberá cumplimentar desde el primer candidato hasta el último suplente a Consejero Escolar.
Dado que las boletas quedan en poder del Estado, éste imprimirá sólo un 5% más de la cantidad total de electores y las distribuirá directamente a las mesas de votación, el presidente de mesa en el anverso y los fiscales en el reverso firman la boleta y la entregan al votante quien ingresa al cuarto oscuro, inscribe su opción y deposita su voto. Así, se reducirían de manera sustancial los costos (según Poder Ciudadano, imprimir una sola boleta donde figuren todos los partidos le costaría al Estado cerca de $ 300.000, contra los $ 10 millones entregados a los partidos en 2007 para que impriman sus boletas) y se daría fin a la distribución previa de boletas o "voto cadena".
En conclusión: este recurso es de muy sencilla implementación, optimiza la transparencia de la elección, facilita la supervisión y control del proceso eleccionario aún por quienes no tengan una formación específica, no sólo no requiere inversión previa sino que genera un importante ahorro al Estado, puede ser aplicada luego de una campaña de difusión masiva de pocos meses, iincluye penas específicas por manipulación indebida de boletas, resuelve el agobio del elector ante el vigente mar de boletas en el cuarto oscuro y se halla respaldada tanto por ámbitos académicos como por la experiencia práctica.
Este sencillo recurso se aplica de manera extendida en el mundo y, en particular, en casi toda América Latina, es compatible con el camino hacia el voto electrónico y la Coalición Cívica ha presentado los proyectos de reforma electoral que las implementan.
Lo único que impide su puesta en marcha en nuestro país y en nuestra provincia es la decisión oficial de mantener el actual estado de los procesos eleccionarios.

Podes unirte a esta cruzada a favor de una solución práctica y lógica para uno de los grandes problemas de las elecciones argentinas.
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