lunes, 22 de diciembre de 2008

SCIOLI; INEFICIENCIA, INSENSIBILIDAD, MEDIATISMO.

En sus primeros doce meses de gobierno, el Gobernador Scioli ha impreso rasgos distintivos a su gestión que desnudan cuál es la escala de prioridades que la impulsa y permiten considerar cómo evolucionará la calidad de vida personal e institucional de los bonaerenses
Sin ánimo exhaustivo, las más destacadas son la indiferencia ante las cuestiones sociales más sensibles; la persistente tendencia a confundir políticas públicas con espasmos mediáticos; la búsqueda constante de evadir y/o debilitar los controles institucionales y una notable ineficiencia global.
En modo alguno son estas afirmaciones fruto de un argumento subjetivo sino surgidas de datos oficiales objetivos. De hecho, en medio de la situación crítica que atraviesa nuestra población, con énfasis en los sectores más vulnerables, el gobernador ha enviado para su aprobación por obediente mayoría, un proyecto que disminuye aún más la participación porcentual de Seguridad, Salud, Educación, Vivienda, Ciencia y Técnica, etc. en el presupuesto provincial.
Su eximio manejo de los medios pasa entonces a ser el recurso por excelencia para refractar la repulsa popular a estas decisiones de fondo.
Así, a los reclamos de la sociedad por la gravísima situación de inseguridad y violencia social a las que se suma el ya ostensible desembarco del narcotráfico internacional, se les responde con caminatas televisadas por Fuerte Apache o una reforma penal, elaborada en función de hacer recaer ante la opinión pública la raiz de todos los males en el funcional chivo expiatorio de los jóvenes pobres.
Mientras tanto, siguen sin aparecer proyectos de inclusión sin clientelismo, las escuelas públicas que los debieran contener se caen literalmente a pedazos; “…las sucesivas omisiones por parte de la autoridad administrativa en orden a la provisión de recursos idóneos” continúa postergando la implementación del fuero de la Responsabilidad Penal Juvenil, tal como lo expresó la Suprema Corte de Justicia en la intimación que le presentara al Poder Ejecutivo para que regularice su accionar; y se admite desde la cúpula policial que el paco, el pegamento y las pastillas corren como agua ante la vista de todos.
Para dar respuesta a éstos y otros flagelos que azotan la Salud de los bonaerenses -particularmente aquellos como la sarna, la tuberculosis, las influidas por la contaminación ambiental, etc. que devienen del deterioro sostenido de la calidad de vida- el gobernador designó a alguien reconocido no por sus antecedentes en la gestión hospitalaria, trayectoria académica o administración sanitaria sino por sus apariciones televisivas (y con supuestas vinculaciones con laboratorios medicinales). Pero los recortes presupuestarios que jaquean la atención hospitalaria, la falta de cobertura adecuada de miles de puestos - sumada a la precarización laboral de los contratados o becados- y la falta de insumos y distribución transparente de los medicamentos no se resuelven con declamaciones y maquillaje ni tampoco con meras declaraciones de emergencia sanitaria.
Cabe señalar, que el mecanismo de declaración de emergencia fue creado para su aplicación ante situaciones de excepción. Sin embargo, esta administración lo ha utilizado de manera generalizada aduciendo dificultades coyunturales o posible mal desempeño de los funcionarios que los antecedieron y, aunque lograron ocupar los titulares periodísticos de gran parte del año, las sucesivas declaraciones referidas al ámbito policial, sanitario, edilicio, agropecuario, etc. no culminaron en un funcionamiento eficiente de las áreas afectadas, ni aclaró ante la Justicia y la Administración Pública Provincial los desmanejos de la gestión previa que fueron denunciados no ante la Justicia sino, una vez más, sólo ante los medios.
A partir de esta mecánica se hizo norma la postergación de pagos a proveedores constituidos en gran parte por pymes que carecen de resto económico para esperar los indefinidos tiempos de hallar firma oficial, hasta el punto, por ejemplo, de poner en riesgo crítico nada menos que el servicio de diálisis o el de los comedores escolares.
Pero, por sobre todo, lo que sí se generó es un festival de contrataciones directas. Aunque, para ser justos, la evasión del control público no se restringe a lo reglado por las declaraciones mencionadas: la entrega de negocios millonarios a empresas sin antecedentes sólidos y sin licitación pública ya no las necesita, tal como se evidenció con la Terminal de Contenedores del Puerto La Plata.
Dado que no se pudo hallar un aspecto en el cual considerar que hubieren existido progresos significativos, cabe hacer mención a los gestos de agilidad que sí puso de manifiesto: la puesta a disposición de un avión oficial para que su esposa haga promoción de sus productos o para el equipo de Copa Davis, y la oferta de un helicóptero para que su médico personal atienda a la novia de Maradona.
Esta confusión sistemática de lo público para su uso personal o de sus allegados es otra de las características claramente observables de esta administración.
Por último, y ciertamente no por haber agotado los ejemplos posibles, merece un párrafo aparte el brutal impacto que la falta de controles ambientales sobre las cuencas, arroyos, terrenos de CEAMSE y dinámicas relativas al manejo de residuos está teniendo sobre las poblaciones más vulnerables.
A diferencia del Ejecutivo provincial, no son éstas meras aseveraciones mediáticas. Ejemplo de ello, es que junto con el Diputado Walter Martello hemos presentado ante la Fiscalía de Delitos Complejos de La Plata, una denuncia penal contra el gobernador Scioli, la Directora Ejecutiva del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible, las autoridades responsables de la Conducción de C.E.A.M.S.E. y las autoridades nacionales, provinciales o municipales, que "por acción u omisión, hayan permitido o facilitado la instalación y funcionamiento de esta Estación de Transferencia" sin los controles exigidos por Ley, en el partido de Almirante Brown.
La provincia necesita políticas públicas consistentes, que brinden respuestas a las demandas sociales, previsibilidad a las inversiones y transparencia a la República.
La democracia cumplió 25 años. Sería bueno que en su celebración el Gobernador, antes que discursos y puestas en escena, comience por recordar sus deberes como servidor público.

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